CAPITULO CERO

“ojos que no ven, pero corazón que siente”

Isabel Flores es , La Skimal, fotógrafa Ibicenca a la que todos los que habitamos en esta isla le procesamos un inmenso cariño, por su gran trabajo y por la pasión con la que lo lleva a cabo.

Siempre sonriente y activa desenfunda la cámara en las situaciones más curiosas captando ese momento mágico que solo ella es capaz de capturar.

Su pasión por viajar le han dado , además un hermosa y consciente visión de lo que nos rodea.

Ahora presenta «CAPITULO CERO » en BASIC , los encuentros de «Arte, cultura y música » que LAP13 ofrece cada jueves en 9Nine Ibiza.

Una colección de pequeños grandes momentos de los que ella misma explica:

El proceso creativo de un artista es un proceso interior arduo, largo, y hasta doloroso.Los trabajos que se visualizan finales, ya sea en salas de exposiciones, publicaciones… corresponden a procesos ya definidos, conceptualizados, muy muy trabajados, donde pocas veces hay algo al azar.

En cambio lo que yo presento es el CAPITULO CERO, lo que nadie enseña del proceso creativo, la parte que dejamos en casa. Es lo que muy, a nuestro pesar, tenemos que guardar de un trabajo. Todo el material que durante semanas/meses/años esta en un corcho clavado con una chincheta, moviéndose de un lado a otro, encajando o desencajando, pudiendo ser elegido, pero que al final por una limitación de espacio, conceptualización y/o atención hay que reducir y eliminar.

Mi faceta profesional pendula entre fotógrafa de prensa y encargos, donde siempre el tiempo apremia y es lo más importante, la inmediatez, por lo que prácticamente este proceso en mi trabajo comercial no existe. Es Disparar, intuir, disparar, intuir, componer y seguir disparando. Llegar a casa, descargar, seleccionar, editar y mandar al cliente. Puede que quizás se realice una breve reflexión en la edición (que siempre implica un pequeño proceso creativo), pero aquí lo más importante es la rapidez en la entrega que el propio proceso creativo de querer desarrollar algo con más fondo.
En cambio cuando estás trabajando en un trabajo personal, tú mismo eres el que te marcas los tiempos. Tienes todo el tiempo del mundo, cosa positiva, pero también peligrosa porque puede convertirse en un círculo vicioso difícil de escapar.

Esta exposición surge del proceso creativo de crear mi web de trabajos personales/ documentales. Llevo cerca de 4 años intentando conceptualizar alrededor de 15 trabajos para poder poner una pequeña muestra en la web. Sería reducir estos trabajos a su mínima potencia pero conteniendo su máxima expresión.

Y es que llegar de un viaje con 300 g de fotos, eso convertirlo en 200 fotos, esas en 100, 50, 30… bajando de ese numero llega el momento más duro, elegir las 15 imágenes clave que transmiten lo que quieres expresar.

Y duele… mucho… supongo que la mayoría de fotógrafos que amen su trabajo sentirán algo parecido, pero para mi, este proceso final es como “matar hijos”, ya que desprenderte de ciertas imágenes, que tienen tanto componente emocional, podría metaforizarse tal y como un padre, que tiene que elegir a que hijos darle de comer